Receta de @nigellalawson
Antes de nada explicaros la razón de que a algunas fresas se les vea el borde blanco. Descubrí a alguien, se dice el pecado, no el pecador, con un plato de postre robando las fresas de la tarta y al volver a colocarlas para la foto ya estaban manchadas y las coloqué como pude. Al final pondré en la puerta de la cocina una reja como en las cárceles, pero con siete candados.
- 308 grs. de galletas oreo
- 75 grs. de mantequilla a temperatura ambiente
- 100 grs. de chocolate blanco en trozos pequeños
- 165 grs. de mascarpone
- 100 c.c. de nata para montar
- pizca de sal fina
- 2 o 3 cucharadas de ron blanco
- 400 grs. de fresas sin rabito cortadas por la mitad
- 5 hojas de menta enrolladas y cortadas finas
Triturar las oreo en migas finas, añadir la mantequilla y mezclar hasta que no se vea la mantequilla y empiece a formar grumos. Se vierte en un molde desmontable con los bordes acanalados de 23 cm. de diámetro. Se presiona con la mezcla de galletas el fondo y los bordes hasta que esté cubierto. Se mete en la nevera 45 minutos. Después de 20 o 25 minutos se derrite el chocolate, se retira del fuego y se deja reposar 10 o 15 minutos. Tiene que estar templado pero líquido.
Se pone el queso en un tazón, se echa la nata, la sal y se mezcla suave hasta tener una masa consistente,
se añade el chocolate blanco y se mezcla con movimientos envolventes. Sacar el molde de la nevera extender sobre el fondo uniformemente, volver a la nevera 45 minutos, yo lo tengo toda la noche. se decora con las fresas y la menta, se coloca el molde encima de un bote y con cuidado hacemos presión en los lados del molde hacia abajo para que al soltarse no se desmoronen las galletas. Si no se come en el momento se guarda en la nevera. No le puse menta porque en casa no le gusta a nadie.
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