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Este blog nació sin ninguna pretensión, animada por amigos y conocidos. Me lo hizo en Diciembre de 2008 Eloy, un amigo de mi hermano Nacho.
Como ya vamos a cumplir seis años en unos días, pensé celebrarlo encargándole a María de I felt love, el dibujo de la cabecera.
Es un homenaje a la cocina de carbón de mis abuelos, a Blossom la perra de mi hermano Nacho, que comía todo lo que pillaba en la encimera y me echaban a mí la culpa hasta que un día comió calamares en su tinta y dejó las huellas por toda la cocina y entre que todo el mundo sabe que en mi vida probé un calamar en su tinta y que dejó la prueba del delito ya se creyeron que los otros robos no los había perpetrado yo.
Todas las recetas que hay publicadas las puede hacer cualquiera, si las hago yo, le salen a prácticamente todo el mundo.
Quiero daros las gracias a mis seguidores, a los que ponéis comentarios y a la gente que como Pedro el marido de mi amiga Rosa, cree que cocinando hago un bien a la humanidad.
Espero que os guste el cambio y seguís siendo bienvenidos a mi casa.
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sábado, 2 de abril de 2011
IN MEMORIAM
Ella y otra compañera, Tutú querían que entre las tres pusiéramos un restaurante, Tutú se encargaría de la administración, Rosa de la cata, y yo de la cocina. Cada poco me daban la lata con la broma del restaurante pequeñín con cuatro mesas.
Es difícil hacerse a la idea de la pérdida de una persona querida, pero cuando esa persona es irreemplazable, irrepetible, tiene 45 años, dos hijos, marido y padres, la cosa se complica. Nunca me sentí tan compenetrada con nadie, a excepción de mi chico, era mirarnos y sin hablar sabíamos lo que está pensando la otra y nos poníamos a reír. Cuando estábamos en el trabajo y una compañera decía algo, las dos contestábamos lo mismo y a la vez, era como si nos leyésemos la mente.
Definir a Rosa es fácil, era la persona más alegre y simpática que conocí, siempre estaba riendo, y las pocas veces que estaba de mal humor, tenía una frase ocurrente que decir en el momento adecuado y todos acabábamos riéndonos, era sana mentalmente y sobretodo, feliz. Con esa manera de ser, llevarse mal con ella era casi imposible, excepto la típica persona envidiosa que le molesta que los demás sean felices, pero eso a ella le daba igual, por eso digo que era sana mentalmente. Cuando alguien tiene una enfermedad grave y se cura, cambia su forma de ver la vida y no se para en tonterías ni pequeñeces que no van a ningún sitio, Rosa ya veía la vida así, yo siempre le decía que eso que llevaba ganado. Ella sólo le daba importancia a las cosas realmente importantes, que es lo que deberíamos de hacer todos.
Las personas que seguís el blog y la conocisteis como compañera y como persona sabéis de lo que hablo, no se metía con nadie y vivía su vida.
Cuando íbamos de tiendas a comprar algo para ella, al final acababa comprando yo para mí y le decía que era una mala influencia porque me hacía gastar dinero y en cambio, yo, era una buena influencia para ella porque cocinaba mis recetas y se reía la muy bruja, pero la que gastaba el dinero era yo.
Quiero agradecerle desde aquí el haberme hecho la vida agradable, lo mismo que a la gente que la rodeaba, el haber marchado a casa del trabajo con agujetas en el estómago de reírme con ella, el que haya sido mi confidente, y haya estado siempre ahí sin decirlo, como quien no quiere la cosa. El que nos haya hecho a todos los que la queríamos más fácil su enfermedad, porque a pesar de que sabía lo que tenía, seguía riendo como si le hubiesen diagnosticado un catarro. El que me haya querido, porque ella no quería a cualquiera, así que me siento afortunada de ser una de esas personas. Tengo tantas cosas por las que darle las gracias, que la lista sería interminable.
Sé que con el tiempo nos dolerá menos su pérdida a los que la queríamos, que somos muchos, pero el hueco que nos dejó no se hará más pequeño.
Sólo hay una cosa que no puedo perdonarte, el que no te hayas despedido de mí, así que cuando nos volvamos a encontrar, te voy a decir cuatro cosas, bonita. Hasta entonces siempre te echaré de menos y siempre estarás entre mis mejores recuerdos.
Tu Bridget