Odio esta tarta con toda mi alma, la odio, la odio y la odio. No sé la razón, sé que es irracional, pero no puedo evitarlo.
Buscando la causa de mi patología, no sé si es porque cuando era pequeña no había prácticamente otra cosa, no es como ahora que el problema es que no sabes qué elegir; porque cuando mi difunto y yo éramos pareja su padre la hacía en cumpleaños y fiestas celebrables con galletas redondas y todo el mundo decía lo buena que estaba, cuando yo la probé, no repetí, ni siquiera terminé lo que me habían puesto en el plato y los que me conocéis sabéis que soy capaz de comerme una alpargata mientras lleve azúcar, el caso es que tengo que hacerla una vez al año para el cumpleaños del hijo pequeño de mi querida amiga Rosa. Este año por fin le cogí el punto y conseguí una foto del corte hecha con el móvil por la hermana del homenajeado, después de varios años.
Así que Javi esta va dedicada a ti, y que sepas que si no hubiera querido tanto a tu madre y de rebote a sus hijos, te haría otra tarta.
Con esta cantidad da para una tarta de 6 galletas por un lado y 5 por otro.
- galletas Chiquilín cuadradas
- leche
- 5 yemas
- 1 huevo
- 1 l. de leche
- palo de canela
- piel de limón, sin lo blanco
- 65 grs. de maizena
- 200 grs. de azúcar
- 2 cucharaditas de vainilla
- 2 cucharaditas de gelatina neutra
- glaseado de caramelo blando pincha aquí hay que hacer dos, uno para el relleno y el otro para cubrir la tarta
En un cazo se pone a hervir la leche con la canela y la piel de limón, se aparta del fuego y se deja infusionar 10 minutos.
Se mezclan la yemas, el huevo y el azúcar, se deslíe la maizena en un poco de leche y se echa en las yemas, se le añade la leche colada y se pone al fuego revolviendo hasta que espese, tiene que quedar manchada la cuchara de madera, cuanto más "gorda" quede la mancha, mejor, se le añade la gelatina y se revuelve hasta que está disuelta.
Se deja enfriar pincha aquí.
Hacemos una tanda de caramelo blando y dejamos que enfríe un poco a temperatura ambiente.
Se remojan las galletas en leche lo justo para que ablanden un poco, no dejarlas mucho que luego se deshacen; las vamos colocando en una fuente grande o en una bandeja cuadrada de esas que venden para tartas de fondant, si tenéis una fuente grande también sirve, yo le pongo el molde extensible de la foto y así la hago del tamaño que quiero. Una vez que tenemos el hueco cubierto con las galleta, le ponemos encima el caramelo blando, hasta que va a la nevera, es más denso que la crema pastelera y así quedan cubiertos los huecos entre las galletas y no se sale del molde. Ponemos otra capa de galletas remojadas en la leche y cubrimos con la crema pastelera,
seguimos así hasta que tenemos dos capas de caramelo blando y dos de crema pastelera, colocamos la última capa de galletas y
se mete en la nevera hasta que cuaja la crema, yo la última capa de galletas no se la pongo hasta que no cuajó es una manera de saber si ya está muy cómoda. Hacemos otra tanda de caramelo blando y se cubre la parte de arriba y los laterales. Cuanto más haya espesado mejor para que no se escurra por la bandeja.
Se puede hacer en una fuente de cristal que tienen los bordes altos, yo como era para regalar la puse en la base para tartas porque de mi casa sale ya poco menaje, luego tardan siglos en devolverme las cosas y tengo que andar pendiente.
Qué buenísima pinta!
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