Esta receta es otra a la que le tenía miedo, y no es para tanto, es francesa, concretamente de Bretaña y una exquisitez.
La hice en la Kitchen Aid, pero se puede hacer a mano, yo a mano ya casi no amaso, estoy pendiente de operar el otro codo.
- 275 grs. de harina de fuerza
- 5 grs. de levadura fresca
- 7 grs. de sal
- 10 grs. de mantequilla derretida
- 175 grs. de agua
- 225 grs. de mantequilla dura cortada en cuadraditos
- 225 grs. de azúcar glas
Se pone en el bol, la harina, levadura, sal, mantequilla derretida, se bate con el gancho de amasar y se va echando el agua en chorrito.
Se bate hasta que la masa se despegue del bol. Se pasa a un bol y se tapa con film transparente. Hay que dejarlo levar 2 horas, pero si hace mucho calor puede levar antes, tiene que doblar el volumen.
La mantequilla la ponemos en papel de horno y le damos unos golpes con el rodillo de amasar, la estiramos y al final tiene que quedar un paquete que guardamos en la nevera.
Cuando haya levado, se pasa la masa a la mesa un poco enharinada y se aplasta con la mano, se estira con el rodillo, se pone encima la mantequilla, y se tapa sellando bien la masa para que no se salga la mantequilla.
Estiramos la masa, y doblamos en tres, primero subimos la parte de abajo hacia arriba.
Es mejor usar un molde que no sea desmontable, me refiero a los que tienen una pinza para cerrarlo, porque se escapa por el fondo la mantequilla y el azúcar carameliza, lo que dificulta el desmoldado, yo usé un molde que se levanta el fondo.
Se hornea a 180ºC, antes de meterlo en el horno se espolvorea con azúcar, durante una hora, a los 50 minutos se tapa con papel aluminio para que no se queme. Desmoldar frío.
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