Creo que es la primera vez que pongo unas magdalenas con la etiqueta de postre, pero según mi hermano Nacho, están de escándalo y fue como las comió él; como llevan el glaseado y las chispas de chocolate blanco, pueden pasar por mini tartas individuales.
Si las queréis hacer más "de postre", una vez frías, se les puede pinchar varias veces y emborracharlas con una cucharada de almíbar con algún licor.
Si al almíbar le echáis Cointreau, ron, brandy... y lo dejáis hervir 5 minutos o lo flambeáis, se evapora el alcohol.
- 280 grs. de harina
- 1 cucharada de levadura en polvo
- 1/8 de cucharadita de sal
- 115 grs. de azúcar glas
- 175 grs. de pepitas de chocolate blanco
- 2 huevos medianos
- 250 c.c. de leche
- 6 cucharadas de aceite de girasol
- 1 cucharadita de vainilla
- glaseado de leche condensada pincha aquí
Se tamiza la harina, levadura y sal y se añade el azúcar. Se baten los huevos ligeramente, se le echa la leche, el aceite y la vainilla.
Se hace un agujero en la harina y se echan los líquidos revolviendo lo justo para que queden ligados, no hay que trabajar mucho la masa. Echamos el chocolate y revolvemos para que se mezcle.
Se llenan las cápsulas hasta 3/4 partes y se hornean a 200ºC 20 minutos.
Cuando están frías se echa en una manga pastelera con boquilla de estrella el glaseado y se adornan glaseando de afuera hacia adentro.
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