Esta tarta está muy buena, el queso de cabra le da un punto distinto, no muy fuerte que llama la atención.
Base
- 210 grs. de wafers de vainilla pincha aquí
- 30 grs. de mantequilla derretida
- 2 cucharadas de azúcar
- 1/8 de cucharadita de canela
Relleno
- 250 c.c. de sour cream a temperatura ambiente pincha aquí (con nata)
- 170 grs. de azúcar
- 120 grs. de queso mascarpone
- 120 grs. de queso de ricotta
- 40 grs. de queso de cabra
- 3/4 de cucharadita de vainilla
- 1/4 de cucharadita de ralladura de limón
- 250 de nata líquida para montar
Adorno
1/2 kg. de cerezas sin pepita cortadas a la mitad
- 65 grs. de azúcar
- 1 cucharada de maizena
- 1 cucharada de agua
- 2 cucharadas de vinagre de Módena
- 1/2 palo de canela
Se trituran las galletas y se mezclan con los ingredientes de la base. Se cubre el fondo de un molde desmontable de 23 cm. y se mete en el congelador.
Se bate la sour cream con los quesos, 65 grs. de azúcar la ralladura de limón y la vainilla. Una vez bien batido se cuela para evitar los granos que quedan de la ricotta.
Se bate la nata con el resto del azúcar hasta que haga picos y se mezcla con cuidado con los quesos. Se echa encima de la base de galletas y se congela.
En un cazo se ponen la mitad de las cerezas, el azúcar, el vinagre, el palo de canela y el agua con la maizena disuelta. Se pone a fuego lento a cocer tapado cinco minutos revolviendo de vez en cuando. Se echa el resto de las cerezas y se cuece un minuto, se retira del fuego y se deja enfriar. Se mete en la nevera hasta la hora de servir.
Se desmolda la tarta y se saca 10 minutos antes de servirla, se echan las cerezas por encima y se sirve.
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