- 500 grs. de harina de fuerza
- 7 grs. de levadura seca activa
- 1 cucharada de aceite de oliva
- 1 cucharadita de sal
- 300 -325 c.c. de agua tibia.
En un bol se mezcla la harina y la levadura y se añade la sal. Se hace un agujero en el centro de la harina y se echa el aceite y el agua y se va mezclando con una rasqueta. No hay que echar todo el agua porque cada harina absorbe más o menos agua, así que empezamos por los 300 c.c. y si queda muy seca vamos añadiendo poco a poco el resto. Una vez unida la masa yo la paso a la kitchen aid y con el gancho amaso de 8 a 15 minutos hasta que queda una masa suave y elástica. Se hace una bola, se coloca en un bol aceitado y se tapa hora y media o hasta que doble el volumen, el tiempo depende del calor que haya en la cocina. Se amasa hasta que salga el gas y se divide en 6 trozos, se hace una bola y se estira formando un óvalo, se cubre con film transparente aceitado, se cubren los óvalos y se deja media hora hasta que hincha un poco.
Se echa una cucharada de pesto, cecina, y queso rallado, yo lo uso sin lactosa porque soy intolerante y se hornea a 220ºC durante 20 minutos en la balda del medio.
Yo hice un experimento porque no necesitaba 6 raciones y por un imprevisto no pude hacer el segundo levado, así que en una bandeja de horno para galletas puse papel de horno, una vez formados los óvalos los puse en el papel, los cubrí con más papel, fui poniendo los 6 óvalos entre el papel y los metí en el congelador. A medida que los fui necesitando, los saqué, los tapé con film transparente aceitado y esperé que se hincharan y luego los metí en el horno. Quedaron perfectos. Es una opción tenerlos congelados para un día que tengáis prisa. Si tenéis un horno que la temperatura mínima sea 30ºC se pueden poner en el horno para que suban antes.
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