Se me quema la comida: SOPA DE MANDARINA CON HELADO DE PIÑA ASADA

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Este blog nació sin ninguna pretensión, animada por amigos y conocidos. Me lo hizo en Diciembre de 2008 Eloy, un amigo de mi hermano Nacho.

Como ya vamos a cumplir seis años en unos días, pensé celebrarlo encargándole a María de I felt love, el dibujo de la cabecera.

Es un homenaje a la cocina de carbón de mis abuelos, a Blossom la perra de mi hermano Nacho, que comía todo lo que pillaba en la encimera y me echaban a mí la culpa hasta que un día comió calamares en su tinta y dejó las huellas por toda la cocina y entre que todo el mundo sabe que en mi vida probé un calamar en su tinta y que dejó la prueba del delito ya se creyeron que los otros robos no los había perpetrado yo.

Todas las recetas que hay publicadas las puede hacer cualquiera, si las hago yo, le salen a prácticamente todo el mundo.

Quiero daros las gracias a mis seguidores, a los que ponéis comentarios y a la gente que como Pedro el marido de mi amiga Rosa, cree que cocinando hago un bien a la humanidad.

Espero que os guste el cambio y seguís siendo bienvenidos a mi casa.

viernes, 18 de noviembre de 2011

SOPA DE MANDARINA CON HELADO DE PIÑA ASADA

Vamos a aprovechar que por estas fechas hay piña y mandarina y de paso nos salimos de lo corriente con algo original, además, esta receta resulta un postre ligero que para las comidas Navideñas no está mal, no es caro y el helado se puede preparar con bastante antelación. Si vais a ser muchos, yo echaría el doble o el triple de los ingredientes. Si sobra helado, al estar congelado, no se estropea.

Sopa de mandarina

- 250 c.c. de zumo de mandarina
- 25 grs. de azúcar
- 25 c.c. de agua

Helado de piña

- 1/2 kg. de rodajas de piña
- 150 grs. de azúcar
- 250 c.c. de leche
- 50 c.c. de aceite de oliva
Se pone el agua con azúcar a hervir para hacer un almíbar. Cuando está frío se le añade el zumo de mandarina y se mete en la nevera.
Si no hay piña natural, se puede hacer con piña en lata escurrida. Se pone la piña en una sartén con 50 grs. de azúcar a dorar. Cuando está dorada por las dos partes, se aparta y se deja enfriar. Se calienta la leche con el resto del azúcar hasa que esté disuelta. Cuando está todo frío se tritura y al final se añade el aceite mezclando bien. Cuando está a punto de congelar, se tritura para romper los cristales y se mete otra vez en el congelador. Volver a triturar una o dos veces más.
Se emplata poniendo un poco de sopa de mandarina en el fondo del plato y encima se pone una bola de helado de piña (o más).