Si hay algo que odio cuando cocino es que te aparezca una receta con una foto espléndida y que cuando te pones a hacerla no te sale, y si la receta es con vídeo ya me tiro contra las paredes.
Estos caramelos los vi en un vídeo, y los tuve que probar varias veces porque no me salían, primero muy líquidos, y luego muy planos, al final los dejé planos porque salir, salieron.
En el vídeo se veían más altos, pero no pude dejar enfriar más la mezcla porque se me habría solidificado en el cazo, así que supongo que hay algún ingrediente que no pusieron, el tiempo que dicen no es suficiente.
- 200 grs. de azúcar
- 130 c.c. de agua
- 1 cucharada de zumo de limón
- 1 cucharada de miel
- 1/2 cucharadita de jengibre molido
- 1/4 de cucharadita de clavo molido
Se ponen los ingredientes en un cazo al fuego, revolver hasta que se disuelva y dejar cociendo 25 minutos revolviendo de vez en cuando.
Dejamos enfriar un poco y vamos echando en papel de horno con una cucharilla el caramelo, dejamos reposar unos 20 minutos y le echamos encima azúcar glas, los rebozamos bien y guardamos en una caja metálica.
Si no están duros, no los rebozamos en el azúcar glas. Se pueden disolver en una infusión caliente, si los comemos, hay que chuparlos porque se acaban pegando a los dientes.
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