- 250 grs. de cerezas sin hueso - 400 grs. de nata para montar - 3 cucharadas de azúcar o más - 1 cucharadita de vainilla, yo le pongo algo menos - 100 cc. de kirsch - 3 yemas Se ponen las cerezas en un molde forrado con papel de horno y se hornean a 180ºC durante 15 minutos. Se pasan a un bol, se les echa encima el kirsch y se dejan macerar media hora. Se calienta la nata, se retira del fuego y se añaden las yemas y el azúcar, hay que batir rápido para que la yema no cuaje, aun así, es mejor colar la mezcla. Cuando enfría se mezcla con las cerezas trituradas con el kirsch y se congela.
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